
Una de las mejores herramientas para mejorar la imagen de su local es la iluminación. Por el estado de las instalaciones de un local comercial podemos hacernos una idea de cómo está de cuidado el local en su conjunto. Es de las primeras cosas que nos llaman la atención, como una primera impresión de la tienda: si está suficientemente iluminada, si está planificada su iluminación o si tiene un buen mantenimiento, son aspectos que aunque creamos que pasan desapercibidos influyen directamente en el aspecto general de nuestro comercio y en una primera apreciación a simple vista. Facilitan además el trabajo que se lleva a cabo. Para diseñar la iluminación de nuestro espacio debemos tener en cuenta ciertos aspectos que se repiten en aquellas tiendas con buenos ambientes lumínicos:
En primer lugar lo más importante es separar las distintas zonas del espacio a iluminar, luego veremos como influye la iluminación en cada una de estas zonas y por último veremos qué luminarias son más apropiadas para cada una de las aplicaciones.
1 – General interior local Para evitar zonas oscuras y crear un ambiente limpio debemos equipar el local con una iluminación general uniforme. Podemos utilizar prácticamente cualquier fuente de iluminación, mientras que la luminaria utilizada, tenga un haz de luz con un ángulo abierto (80º, 100º), es decir, que no sea una luminaria tipo foco, sino que reparta la luz como una campana. De esta manera, junto con una repartición coherente de los equipos, en toda la superficie abierta al público de la tienda, evitamos puntos de luz en el suelo, logrando la uniformidad que necesitamos para el local.
2 – Expositores interior local En el interior del local los productos han de estar presentados de manera que resulten lo más atractivos posibles. Para resaltar algunas zonas o productos es recomendable crear ciertas variaciones en la iluminación. Podemos utilizar puntualmente para no cargar el ambiente pequeños acentos gracias a tiras de LED, con luz directa o a contraluz, con materiales translúcidos en la parte posterior de los estantes, y colocando las luminarias detrás. O por ejemplo con focos direccionados a los productos elegidos para destacarlos en el entorno.
3 – Mostrador superficies de lugares de trabajo Existen zonas más sensibles a la hora de diseñar una instalación como por ejemplo las zonas o superficies donde se desarrolla una actividad con unas necesidades visuales específicas, como es un puesto de trabajo, en este caso el mostrador. Además de cumplir con las normativas de iluminación en espacios de trabajo, es necesario para el buen funcionamiento de la actividad, una iluminación con niveles suficientes, una buena uniformidad, y lámparas con un buen índice de reproducción cromática. También es preciso evitar el deslumbramiento, de esta manera logramos un espacio de trabajo confortable para que los trabajadores puedan ser más productivos.
4 – Probadores Un probador bien iluminado hace que los clientes se vean mas atractivos y compren más. Sin embargo los probadores son espacios muy reducidos en los que se producen decisiones de compra por parte de los clientes, es decir que tienen que ser lugares donde la iluminación sirva para realzar a las personas que entran a probarse ropa. Para ello es importante evitar las sombras y esto se consigue poniendo las luminarias alrededor del espejo y no en el techo. Lograremos de esta manera, que el ambiente del probador sea más parecido al de un tocador y no se asemeje al de un ascensor. Un probador no es un ascensor.
5- Escaparate Desde el exterior la imagen que ofrece su local se limita al escaparate. Ha de atraer la atención y la iluminación es una herramienta imprescindible. Por un lado hay que destacar el entorno y crear un punto de referencia gracias al nivel de iluminación y por otro lado hay que controlar ese alto nivel de iluminación para evitar reflejos y deslumbramientos; para ello se utilizan luminarias intensivas con haz de luz estrecho y luminarias direccionables, si es posible, sobre carriles para mayor flexibilidad de la instalación ya que los escaparates se cambian en cada estación, así que se necesitan unos equipos que ofrezcan muchas posibilidades.
6 – Zonas privadas Para las zonas de uso privado como almacenes o baños se recomienda la utilización de luminarias estancas, para evitar problemas con agua o polvo, pero sin más características, que sean duraderas para reducir el costo en mantenimiento y asegurar la seguridad en estos espacios.
La iluminación es una excelente herramienta para impulsar la imagen de su local. Un buen diseño y un buen plan de mantenimiento son una garantía para el aspecto de su punto de venta y para que cada uno de los espacios y zonas cumplan su función en la actividad comercial que se lleva a cabo en ellos. La iluminación ha de estar al servicio de la actividad.
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